28 docentes que quieren dejar la educación

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“Estoy en la infancia desde hace 25 años y tengo varias titulaciones estatales, además de una licenciatura en educación infantil y una especialidad en ciencias sociales. La primera infancia, al igual que la enseñanza en el distrito, es extremadamente estresante, con bajos salarios, largas jornadas y, en algunos casos, un apoyo mínimo, si es que lo hay, por parte de los líderes escolares. En cinco años he tenido siete trabajos. Seis de los trabajos estaban en programas de centros de cuidado infantil y uno era un trabajo de niñera. Dejé un programa de cuidado infantil por lo que describí anteriormente y mi trabajo como cuidador debido a la pandemia. Pensé que podría seguir en este campo otros 25 años, pero me equivoqué.”

“La ansiedad, los dolores de estómago, comer por estrés, los dolores de cabeza y la fatiga eran cada día más comunes, y me aburría en mi último puesto como profesora flotante o extraescolar. También estaba ocupada con los chismes, el drama y la bebida. comportamiento escolar. Fue emocionalmente agotador, poco profesional y estúpido, y lo dejé porque no podía soportarlo más. Ahora soy niñera y me encanta trabajar y además me pagan más. Si volviera a un ambiente como este, tendría que ser dueño y/o parte del liderazgo. De esa manera puedo resolver o ayudar a resolver problemas para que los profesores no se queden sin energía.”

-Anónimo

Fidelia Pardo

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