Esta propuesta de ley tiene como objetivo responsabilizar a las grandes marcas por su impacto ambiental y las condiciones laborales en sus cadenas de suministro.

El proyecto de ley se presentó por primera vez a la Asamblea del Estado de Nueva York en enero, pero enfrentó críticas de algunas organizaciones laborales y de derechos humanos, quienes dijeron que se centraba demasiado en la divulgación y no requería acciones suficientes.

El proyecto de ley modificado aumenta los requisitos de las marcas, así como sus responsabilidades en caso de que no cumplan. Si se aprueba, esto significaría que cualquier marca con más de $100 millones en ingresos que hagan negocios en el estado de Nueva York tendría que demostrar que ha llevado a cabo una debida diligencia efectiva en su cadena de suministro y ha abordado cualquier problema descubierto.

Estas reglas incluyen pautas de prácticas de compra responsable y las marcas pueden recibir multas de hasta el 2 por ciento de los ingresos globales si no las cumplen. Los trabajadores de la confección también pueden emprender acciones directas contra las marcas por cuestiones como la pérdida de salarios.

En cuanto al clima, las empresas deben tomar medidas para recopilar datos más directos sobre sus emisiones para demostrar que están cumpliendo los objetivos climáticos e implementar directrices químicas más estrictas en sus cadenas de suministro.

El proyecto de ley cuenta con el apoyo de marcas como Patagonia y Reformation, sindicatos locales y grupos de defensa como Fashion Revolution. Esto se considerará durante la apertura de la sesión legislativa del estado de Nueva York en enero.

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