Chris dijo que la situación era difícil de imaginar cuando había tantos pianos en las salas de estar de todo Gales que “nunca se tocaban”.
“Te estás perdiendo algo, una gran parte de tu vida”, añade el percusionista Phil Girling, quien explica que a los instrumentistas les resulta difícil comprar cañas de clarinete en la Patagonia.
“No poder experimentar ese tipo de cosas a una edad temprana es como no poder acceder a Internet o no poder ir a la biblioteca a buscar un libro”.
Aunque el equipo tenía grandes ambiciones, la realidad de transportar una carga tan grande y valiosa hasta tan lejos estaba empezando a asimilarse.
Hasta ahora se han donado seis maletas llenas con diferentes tipos de instrumentos: algunas de los cobertizos de almacenamiento de los músicos, otras de tiendas de música y otras simplemente sacadas del ático.
Sin embargo, volar todos esos instrumentos podría costar alrededor de £1,300, lo que tendría que financiarse con los propios bolsillos de los músicos y el proyecto se ha visto afectado por retrasos.
El equipo ahora espera entregar los instrumentos antes de Navidad, pero está esperando obtener el estatus de organización benéfica para garantizar que no haya contratiempos en el camino.
Aprendieron esa lección de la manera más difícil, cuando una caja de arpas donadas desde el norte de Gales para la orquesta estuvo retenida en la aduana durante siete meses el año pasado.
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