Athleisure: Combinar ropa deportiva con la moda del día a día. Los pantalones de yoga, las zapatillas deportivas y las camisetas deportivas son una necesidad diaria.
Minimalismo: enfoque “Menos es más” con una paleta neutra, siluetas simples. Inspirado en el diseño escandinavo y el movimiento suavizante.
Street Wear: Un estilo urbano que mezcla ropa deportiva, alta costura y hip-hop. Marcas como Supreme y Off-White se hicieron populares.
Moda Sostenible: Materiales ecológicos, producción ética. Marcas como Patagonia y Reformation están liderando el camino.
Retro Revival: nostalgia de los 70, 80 y 90. Los jeans acampanados, las gargantillas y los crop tops vuelven a estar de moda.
Fluidez de género: la moda unisex y andrógina va en aumento. La marca lanzó una colección neutral en cuanto al género, desafiando las normas tradicionales.
Impresiones y patrones digitales: los avances en la tecnología producen patrones intrincados y atrevidos. Flores de alta resolución, motivos de galaxias y más.
Fast Fashion: Marcas como Zara y H&M sacan los últimos estilos a precios bajos, aunque han sido criticadas por razones éticas.
Wearables integrados con tecnología: los relojes inteligentes, los rastreadores de actividad física e incluso las gafas inteligentes combinan la tecnología con el estilo personal.
Boho-Chic: un look de espíritu libre con vestidos sueltos, flecos y joyas en capas C. Festivales como Coachella Wure fueron influyentes.
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